20.9.09

Retórica especulativa - Pascal Quignard

"No tenemos que obedecer a otra fuente sino a aquella de la cual fuimos hechos, es decir, volver incesantemente a la intensa conmoción de la concepción de donde únicamente surge la vida. Es esa noche viva, esa crisis, ese hogar no subjetivo, sin nombre, anónimo, que arde en todos, que ardió en todos, sacudiendo, gritando, expandiéndose, donde todavía no hay nada, donde no se distinguen la individualidad ni el nombre ni la ley ni nada social. En ese sentido, la vida no tiene fin, la meta de la obra no puede ser subjetiva y el proyecto del retórico no puede ser personal; éste reaviva una fogata que está en todos en la medida en que está en cada uno. El proyecto del arte o del pensamiento, el chorro del arte o del pensamiento (dado que ambos ignoran tanto su función como su finalidad) no es ni colectivo ni individual. Es el hypsos, es lo más extremo del cuerpo singular de cada uno, más expuesto que el alma, el miedo, la identidad, la ciudad, la lengua, el nombre."

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